Claudia D'Amico
La historiografía del siglo XX ha articulado al neoplatonismo cristiano medieval en dos vertientes fundamentales: una, que se desprende de san Agustín; otra, del llamado corpus dionysiacum, un conjunto de escritos atribuido a Dionisio Areopagita. Esta segunda vertiente, tiene como formulación fundacional la incomprensibilidad de lo absoluto y la búsqueda de un lenguaje que, siempre inapropiado, pueda nombrar lo que por sí mismo es innombrable.
En los albores del Renacimiento, el pensamiento de Nicolás de Cusa (1401-1464), se presenta como una de las síntesis más profundas y acabadas de esta tradición. Desde sus primeros sermones (1430) o su primer tratado, De docta ignorantia (1440), su obra se presenta como una búsqueda de formulaciones conceptuales para referirse a lo absoluto concebido como incognoscible e inefable. En uno de sus últimos textos, De ly non aliud (1462) propone la noción de “no-otro” como enigma apropiado para revelar tanto el carácter negativo del Principio de todo como su absoluta anterioridad. En esta obra, reconoce su inspiración directa en el corpus de Dionisio Areopagita, al que denomina “máximo teólogo” y en Proclo, el más profundo de los denominados “platónicos” de
¿Tiene sentido la hermenéutica, para nosotros, hoy?
María José Rossi
Considerada un método de interpretación de textos, la hermenéutica asiste, a mediados del siglo XX, a una suerte de renacimiento por el que ve reformuladas sus funciones y su misión en el ámbito de la filosofía y la cultura. En un contexto de interculturalismo y multiculturalismo, se hace perentorio superar la razón etnocéntrica e iniciar un diálogo comprensivo con otras culturas. Como artífice central de esta transformación, Gadamer se vuelve a la tradición filosófica para recuperar una idea de verdad no sometida a las pretensiones de la ciencia moderna y reivindicar el saber práctico y el pathos de la prudencia frente a la pura contemplación o la acción irresponsable, en suma, para asumir las posibilidades abiertas del diálogo. ¿Corresponde por ello la hermenéutica a un periodo acotado en la historia del pensamiento y de la praxis humana? Creemos que no. Es por eso que, retomando su vocación a abstenerse de todo juicio que se pretenda concluyente y definitivo, reasumiendo su vocación reflexiva y práctica, y porque, en definitiva, apostamos a su fecunda actualidad, esta exposición se propone pensar el lugar que ocupa la hermenéutica para nosotros, su importancia, su especificidad y su relevancia en relación con nuestros problemas y nuestro destino. De ahí la pregunta acerca del sentido, cuya elucidación ha sido y es una de las preocupaciones centrales, no sólo de la hermenéutica, sino también de todo ser humano comprometido e interpelado por la finitud de su existencia
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